Lo mas doloroso de este triste silencio, es que se esgrime como si ambos supiésemos el final.
Ayer viniste sin venir. Trajiste el libro de Cortazar que otrora te prestara entusiasta y que por lo que sé, no leíste. Solo lo dejaste sobre la mesa sin intención de dar explicaciones. ¿por que uno devuelve algo prestado sin haber terminado de usarlo? Dicen que los hombres no leemos entre líneas pero yo leí perfecto. Quizá es solo idea mía, tal vez te diste por vencida sólo con el libro y no con esta relación o quizá te vino un interés fulminante y en una tarde mientras no te veía, lograste avanzar las 200 o 300 páginas que te faltaron para terminarlo. No lo sé, pero para mi fue un "te lo devuelvo ahora, por que no se si pueda hacerlo después" y se me repite cada vez que paso por la mesa, rumbo a la cocina o a otro sitio de la casa, y frena mi intención de llamarte y de saber cómo estás.
Ayer viniste y te quedaste si, pero no viniste. Esta mañana cuando te oí salir temprano mencionaste que habías dejado tus cosas olvidadas en tu auto, como si al bajarte no hubieras estado segura de querer pasar la noche juntos. También te paso otras veces, quizá solo las ganas de llamarte me han vuelto de pronto tan perspicaz.
Ayer hablamos, eso sí lo hicimos, pero a ratos tus silencios daban la razón a mis argumentos que yo, como en toda discusión de pareja tendí a exagerar un poco para recibir de vuelta un "no, no es eso terrible que estás pensando", pero no lo oí. Tal vez también hablamos, pero no hablamos. Prefiero pensar que fue eso y no que tenía razón en todo lo que dije.
Hay un detalle si. Pequeño en proporción, pero detalle. Que me podría hacer pensar que hay una pequeña porción de ti que no se fue contigo, y por mas que te pase siempre, tal vez si estuvieras tan segura en tu decisión, no te habría pasado. Ayer también te fuiste sin irte. Y dejaste sobre la mesita, un aro olvidado. A ratos pienso en lo ridículo que debo parecer con mis esperanzas aferradas de un aro. Sin embargo lo dejo ahí, inmóvil entre mis cosas, también a Cortazar. No se si por no tener fuerzas suficientes para guardarlo y evitar que tus recurrencias recurran, o por qué aún quiero conservar esa esperanza de que vuelvas a buscar eso de ti y de mi, que olvidaste y que aún existe.