Finalmente yo y mi sequía mental, opuesta férrea a la inspiración, hemos decidido dejar a un lado la hostilidad y entablar amistad. Parte del acuerdo que conforma este pacto fraterno, figura como sigue:
-en los tiempos en los que ella, la sequía mental, sea la protagonista de mi imaginario, nos dedicaremos juntos a mirar, sentir y oir toda clase de manifestación artística cultural o política ajena. Será un período receptivo.
En su parte del acuerdo, ella ha aceptado salir en la forma más expedita posible cada vez que la inspiración se haga parte y prometió no entorpecer en absoluto a la creación. Es hoy un día memorable para el colectivo de ideas que habitan mi cabeza.
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